GASTROENTEROLOGÍA

Alimentación consciente: ¿Qué es?

El buen funcionamiento del estómago es fundamental para nuestro bienestar. Lastimosamente el ritmo de vida que llevamos, con poco tiempo para dedicarle a nuestra alimentación y a nuestro cuidado, el estrés y la ansiedad permanente en que vivimos tienen una repercusión directa en el estómago y en el tubo digestivo en general.

Durante el estrés, nuestro cuerpo produce varias hormonas como el cortisol y las catecolaminas que afectan el funcionamiento digestivo, por eso es que son cada vez más frecuentes las alteraciones gástricas como inflamación, reflujo, sensación de quemazón en la boca del estómago, digestión pesada, distensión abdominal, entre otras.

Si hacemos caso omiso a este llamado de atención por parte de nuestro organismo, podrían aparecer consecuencias como gastritis, úlceras, e incluso patologías más graves como cáncer de estómago.  

Cuando aparecen estas alteraciones o malestares, la consulta profesional es fundamental. Por un lado, es importante la consulta médica, ya que en muchos casos se requiere de fármacos para aliviar los síntomas, pero también es igual de importante, la consulta con un nutricionista, para que se pueda indicar un plan nutricional individualizado según los síntomas y según los requerimientos, que incluya alimentos de fácil digestión hasta lograr la recuperación de la funcionalidad y la curación del estómago.  

Lo que se sugiere es siempre la prevención. Evitar llegar a este tipo de situaciones. Para lograr este objetivo, más allá de recomendar una alimentación saludable, que incluya alimentos poco procesados e industrializados, poca cantidad de harinas refinadas y azúcares y el aumento en el consumo de frutas y verduras, carnes blancas, legumbres, cereales integrales y grasas de buena calidad, se recomienda prestar atención a la organización de nuestras comidas, al tiempo que le dedicamos, concentrándonos en lo que estamos comiendo y no en otras actividades paralelas que nos dispersen o que nos preocupen. Esto es lo que se conoce como alimentación consciente

Cuando hablamos de una alimentación consciente antes que nada debemos tener en cuenta porqué comemos. Es decir, diferenciar si realmente tenemos hambre o simplemente vamos a comer por ansiedad, por preocupación, o estrés. El concepto es bastante amplio e incluye organizar previamente las compras y las comidas, comer en un lugar cómodo evitando todo tipo de distracciones, comer lento masticando de manera pausada y buscando el disfrute de la comida con todos los sentidos.

Llevar a cabo esta práctica implica decisión y compromiso individual, entendiendo que nuestra salud debe ser prioridad. Una vez que la empecemos a implementar, en poco tiempo vamos a darnos cuenta del gran beneficio que nos genera. No solo a nivel gástrico, ya que reduce los malestares y acelera la digestión, sino también mejora la relación con la comida, previene hábitos alimentarios poco saludables, ayuda al control y al descenso de peso, además beneficia al sistema inmunológico y a la calidad de vida en general.

Autor: Lic. Laura Joy

Magíster en Nutrición Humana

 

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