El hierro es importante en la alimentación, para el cuerpo humano porque transporta el oxígeno a los diferentes órganos de tu cuerpo.
Si te despiertas cansado, incluso después de una buena noche de sueño o si la fatiga y el cansancio es parte de tu día a día aunque no realices tantas actividades, podrías estar teniendo falta de hierro en tu alimentación. La anemia puede ocurrir cuando no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno a los diferentes órganos de tu cuerpo. De todos los tipos de anemia que existen, la anemia por falta de hierro es la más frecuente.
El hierro es importante en la alimentación porque el cuerpo humano necesita una cantidad suficiente de este nutriente para producir la hemoglobina, que es la sustancia que lleva el oxígeno por todo el organismo y lo hace funcionar de manera correcta.
Algunos de los síntomas que nos pueden indicar que estamos teniendo falta de hierro en nuestra alimentación son los dolores de cabeza, frío de manera inusual, mareos, escalosfríos o chuchos, debilidad, tener la lengua inflamada, palidez en la cara, una piel seca o que se lastima o se rompe con facilidad, taquicardia (latidos del corazón rápidos), movimientos espontáneos en la parte inferior de las piernas ( síndrome de las piernas inquietas), zumbidos en los oídos y cambios en el sentido del gusto, hematomas y sensación de hinchazón.
La caída del cabello, tener las uñas en forma de cuchara y las arritmias ( latidos cardíacos anormales) son síntomas de falta de hierro de manera prolongada. Existen otros síntomas menos frecuentes como lo son el antojo de masticar hielo , algo que en medicina es conocido como PICA , que es el deseo de comer cosas que no son comida, algunas veces hay antojo de comer tierra, tiza o inclusive trozos de las paredes. La pica es particularmente vista en niños con anemia, pero también puede darse en los adultos.
Todas las personas pueden sufrir de anemia pero aquellas que están más propensas son las mujeres, bien sea por los sangrados menstruales, los embarazos, la lactancia y los miomas uterinos. Otros grupos con más predisposición a la anemia son los niños, las personas que tienen más de 65 años, las personas con enfermedades crónicas como úlceras o cáncer y también aquellas que consumen medicación anticoagulante.
Saber si tienes anemia es muy sencillo, tu médico de puede indicar un hemograma completo, pruebas de sangre para saber si tienes suficientes depósitos de hierro, pruebas de orina , exámenes de sangre oculta en heces para detectar sangrados en el intestino y colonoscopia.
El tratamiento de la anemia puede ser tan simple como tomar suplementos de hierro y mejorar tu dieta incluyendo alimentos que contengan más de este nutriente o puede llegar a ser tan extremos como una transfusión de sangre por vía endovenosa. De acuerdo a la causa de la anemia tu médico orientará el tratamiento más adecuado.
Entre los alimentos que pueden ayudar a mejorar la cantidad de hierro en tu organismo encuentran las carnes rojas, la espinaca, la quinoa, la mantequilla de maní, las lentejas y los frutos secos. La vitamina C mejora la absorción del hierro, así que puedes tomar tus suplementos de hierro con un jugo cítrico como el de naranja o limón, inclusive de tomate y recuerda evitar consumirlo al mismo tiempo que tu suplemento de calcio.
Autor:
Dra. Susan Contreras
Especialista en Ginecologia y Obstetricia
Registro Profesional 14.159
PRG1211501