¿Sabías que son los prebióticos y probióticos y porqué son importantes para nuestra salud?
Antes de citar los importantes beneficios que tienen los prebióticos y probióticos en nuestra salud, es necesario que primero entendamos el concepto y sobre todo la diferencia entre ambos términos.
Los probióticos son bacterias vivas (Lactobacillus, Bifidobacterias, etc) que se pueden ingerir y que tienen como fin algún efecto benéfico en la persona que los consume. Normalmente lo que se busca con su consumo es restablecer el equilibrio y la diversidad de la microbiota intestinal.
Los prebióticos son los nutrientes que favorecen el crecimiento de la microbiota beneficiosa y que generalmente comprenden carbohidratos que no pueden ser digeridos por el ser humano, como por ejemplo la fibra. Normalmente son oligosacáridos que están presentes en nuestra dieta, que al no ser digeridos fermentan a nivel intestinal. Los productos que se generan a partir de esta fermentación sirven como alimento a las “bacterias buenas” por lo que promueven su crecimiento y reproducción.
Podríamos agregar un tercer término que son los simbióticos. Son suplementos o alimentos que aportan la combinación de los dos anteriores, o sea probióticos y prebióticos.
Existen evidencias científicas que demuestran que el consumo de probióticos ya sea en forma de suplementos o a través del consumo de alimentos fermentados como el kéfir, el yogur griego, el té de kombucha, el chucrut, entre otros, ayuda a reducir los síntomas producidos por el consumo de antibióticos (como por ejemplo la diarrea). Sabemos que los antibióticos no solo eliminan a las bacterias causantes de infecciones, sino también a las beneficiosas, generando un desequilibrio en el ambiente intestinal. Por eso es fundamental que en lo posible se evite su uso, y en caso de ser absolutamente necesario, el tratamiento vaya siempre acompañado de la suplementación de probióticos.
La utilización de probióticos mejora el curso de ciertas enfermedades como por ejemplo las enfermedades inflamatorias intestinales y la miastenia gravis, además mejora el metabolismo del calcio por lo que aumenta la densidad de nuestros huesos disminuyendo el riesgo de fracturas. Mejora la sensibilidad a la insulina por lo que reduciría el riesgo de desarrollar diabetes ya que mejora la captación de glucosa por los tejidos.
Además ayuda a reducir la presión arterial, colabora en la pérdida de peso y en el metabolismo de las grasas reduciendo los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
El aporte de probióticos debe ir acompañado siempre de una dieta saludable y variada, rica en frutas y verduras crudas, legumbres, cereales integrales y semillas, para aportar la fibra necesaria que fermente a nivel intestinal (prebióticos) y colabore con el crecimiento de los microorganismos. De esta manera se potenciarán los efectos beneficiosos citados.
Mantener un intestino sano, mejora nuestro sistema inmunológico, reduce la inflamación de nuestro organismo, por lo que disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer que siguen siendo las principales causas de muerte en nuestro país, siendo que pueden ser evitadas con un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada y una suplementación individualizada e inteligente.
Autor: Lic. Laura Joy
Magíster en Nutrición Humana
PRG1226907
